La Puerta de Tierra, entrada en el recinto amurallado de Cádiz alberga unaexposición permanente de títeres desde 2013 recopilada por Ismael Peña. Una colección fantástica para niños. Primero, porque las marionetas forman parte de su iconografía y lenguaje, incluso de los más pequeños. Segundo, porque muchos de ellos han tenido alguna tarea escolar en la que han debido realizar alguno de estos muñecos, cuando no han representado ellos mismos alguna pequeña escena.
El museo recopila figuras de este arte ancestral de diversas épocas, de muchas partes del mundo, títeres de 23 países, nos dicen, con una variedad sorprendente. Las hay de todo tipo, desde marionetas de guante amarionetas de varilla o de cruceta, de agua, de sombras, títeres de los más sencillos a los más teatrales.
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Bien iluminado, amplio y estructurado, el museo de títeres hace muchos guiños a los niños. Comienzan con la propia arquitectura, con doble paso entre las salas, con un arco pequeñito para los niños, como en las tiendas deImaginarium, por los que incluso los más mayores tendrían que entrar algo agachados. Y el guiño que no puede faltar, la parte que más les gusta, llega cuando pueden acceder a un teatrillo y ser ellos quienes manejan las marionetas, con los adultos de espectadores. Robustas marionetas, a prueba de niños, pero los papás espectadores deben andar vigilantes para que “el malo” no reciba un castigo demasiado severo, que el espíritu combativo de los niños se exalta cuando se les deja montarse sus propias historias
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